Las nuevas olas y el viento


MGMT y Panic! at the Disco dieron dos shows impecables en la playa, en el finde en el que la temporada baja un cambio en Mar del Plata.
"Esto es increíble. ¡Los amo, los amamos! ¡¿Me pregunto qué estamos haciendo vestidos de traje entre tanta gente desnuda o casi?!", así, sudando la gota salada de la felicidad, Brendon Urie, el cantante y hombre orquesta de Panic! at the Disco, se desbordaba frente a una multitud en sunga, bikinis y ojotas (en primera fila, las chicas del fans club). Ocurrió ayer, cuando atardecía en las arenas de Mute, el parador marplatense que fue escenario de la Fiesta de la P: un doblete de shows internacionales impulsados por Personal), que se completó y tuvo su alto pico en el termómetro sensorial con un magnífico show de los neoyorquinos MGMT.

En este fin de semana que los marplatenses señalan como el punto de inflexión del verano (hasta coincidió con el superclásico River versus Boca), estas primeras bandas internacionales en tocar (en) suelo argentino adelantan un calendario colmado. Y lo hicieron con sus estilos particulares: el sábado, MGMT con el carismático dúo que lo lidera Andrew VanWyngarden ("colocado" en escena como un Pity con bandana y en patas, pero entonado hacia la moderación) y el tecladista Benjamin Goldwasser acompañaron una puesta de sol inolvidable, con su cancionero pop, recubierto de una psicodelia iridescente.

Fue desde el comienzo con Time to Pretend, y a través de 15 canciones para poner a flotar a una bandada peregrina, que llegó bien temprano (justo minutos antes de empezar, se sumó un malón babasónico, que vio a Dárgelos & cía. en un parador cercano). La multitud (se informó que eran 40 mil personas), una amalgama de veraneantes, hypers, curiosos, oportunistas y muchos que viajaron especialmente para verlos, alzaba sus manos cuando reconocía los acordes de Flash Delirium o el mediotiempo meloso de The Youth, que el viento se encargaba de llevarse flotando como un mensaje veraniego y nostalgioso. Cruzando sus dos discos en el setlist, armaron una excelente banda de sonido, para el crisol espectante. Con el impetuoso Kids, todos empezaron a rebotar, agitados desde el escenario por VanWyngarden. Los matices del sol, la brisa marina y un oleaje manso fueron el marco perfecto para la foto.

P de Playa. Y sí, P de Panic! at the Disco, o Panic at the Playa, también podría ser. Mientras los inconformistas de siempre se preguntaban qué hacía un grupo como éste por estas arenas, una bandada de pequeñas fans de los llegados desde Las Vegas, hizo guardia y aguante junto al vallado. Tuvieron recompensa con un generoso meet & greet en la previa. Y devolvieron un búmeran de energía para Urie y Smith. Como una alegoría de lo que esperaba a muchos hoy, sus trajes sudados se sacudían con una base potente, rayando el p-funk. Time to Dance, fue el comienzo y la recorrida por otras 14 canciones aunque no deslizaron ningún adelanto de Vices & Virtues, su tercer disco que sale el 29 de marzo, puso a las pibas a bailar. Para ellas, fue P de perfecto.
fuente si de clarin