Charly García, Calle 13, Vicentico y otros tocaron ante una Plaza de Mayo repleta

Estaba claro que el Festival por la Democracia y los Derechos Humanos -concretado anoche después de la suspensión del viernes- sería algo más que diez horas de música. En el acto masivo de la Plaza (120 mil personas según la organización), artistas y público reunieron, una vez más, el retorno del sueño setentista, la militancia K pura y la moderación de los que sólo están para algunas batallas. De la cumbia al tango electrónico, del folclore al reggaetón, el megashow conformó a casi todos. Aunque el perfil proselitista resultó demasiado explícito, Gustavo Santaolalla, Vicentico, Calle 13 y Charly hicieron bailar al soberano hasta la una de la madrugada del lunes.
Fue la tercera celebración por este día desde la asunción de Cristina (hace precisamente tres años) y sin duda la más difícil. A los duraderos efectos de la muerte de Néstor se había sumado la guerra de pobres contra pobres del Parque Indoamericano, que dejó a los gobiernos nacional y porteño como incómodos espectadores. Todo enmarcado en la particular relación del kirchnerismo con los Derechos Humanos. Justa bandera durante siete años -la batalla del sentido común contra los genocidas está ganada-, esa política no supo evitar las impunes desapariciones de Julio López y Luciano Arruga ni las tragedias de Mariano Ferreyra, los aborígenes formoseños y los ocupantes de Soldati, trasfondo de algo más grande que ellos: mafia sindical, xenofobia, crisis habitacional.
Con el aire así de cargado empezó el Festival que la lluvia había frustrado. "Sobre todo en este contexto, el show va a refrescar la necesidad de respetar la paz y los Derechos Humanos", adelantaba a RS Geraldine Keczeli, de la Unidad Bicentenario. Fiel al eclecticismo de aquella celebración, el show arrancó a las 3, con un mix que incluyó a Pier (!), César Isella y el sexteto Matamoros. La choripaneada se mezclaba con el pan relleno, las columnas piqueteras con las parejas hippie chic. En el centro del agite, La Cámpora y otros Jóvenes K. El frente de la Rosada se transformó en una pantalla multifunción y otras seis a los costados de la Plaza demostraron respeto a un público que no necesitó apiñarse contra un escenario lejano. En el debe quedaron acoples furtivos y audios filtrados para todos.

fuente showrock.com.ar