Luis Miguel en Vélez

Luis Miguel en Vélez. El debut 2010 del “Rey Sol” en Buenos Aires, con sus hits clásicos y una extrema sobriedad de look.
Son las 20 y la bajada de autopista con salida al estadio de Vélez Sarsfield está cortada. Hay policías. Y hay, también, unas hormiguitas con remeras rosas. Son fanáticas. Tan fanáticas que hablan con los señores uniformados y pasan caminando.
El recital de Luis Miguel está pautado para las 21.30 y ya, por la avenida Juan B. Justo, circulan muchachas y no tanto. Están vestidas para una disco. Si lo último son los zuecos de madera, los tienen. Si lo más in son las polleras altas, no faltan. Se pusieron todo, y así desfilan durante cuadras y cuadras, aunque las baldosas estén flojas, aunque el calor que ya anuncia la cercanía del verano aplaste.
Pero no todas son mujeres. También están ellos. Como ese chico de camisa blanca. Mira a las transeúntes y no puede resistirse: se prueba los largavistas mientras, con la otra mano, sostiene una botellita de agua y espera a su novia que está comprando una remera. ¿Le gustará Micky? Quizás sí. Quizás él es como Roberto: 38 años, fila 32, asiento 15, 6 años de casado y 10 de novio con Marcela, de 39.
“Somos de La Pampa”, cuenta Roberto. “Apenas las entradas salieron a la venta, estuve tres horas discando. Gracias a San Visa ... lo pagaremos en cuotas”.
¿Pero a vos te gusta? A mí me encanta. Cuando nos casamos, entramos con Un te amo .
Marcela recuerda que su marido la llamó al trabajo para decirle que había conseguido las dos localidades. Es su revancha: hace añares, cuando las entradas costaban 40 pesos, iba a venir a Buenos Aires, pero su prima no llegó a comprar los tickets. Ahora valen 800. Más el viaje y la estadía en el hotel...
Lacónico. Intimo. Alegre. Anteayer, el Rey Sol salió al escenario a las 21.57 y arrancó el primero de sus cuatro shows en Vélez con Te propongo , siguió con Suave y Con tus besos . Cantó a dúo Come Fly With Me junto con Frank Sinatra, que desplegaba su voz desde una pantalla gigante. Y dio uno de esos shows en los que los novios pudieron tararear las decenas de temas, porque esta vez, el concierto fue a base de clásicos: La chica del bikini azul , La incondicional , Entrégate y más.
Tres cambios de looks: traje negro con camisa blanca y corbata a rayas. Saco de paño y camisa negra desabotonada y, finalmente, remera negra. Todo oscuro. Todo sobrio. Para brillante, su sonrisa, signo inequívoco del astro, tan suya como los rodillazos al aire, o los saltitos en el lugar.
Catorce músicos, dos coristas y dos guardaespaldas morenos y altísimos escoltaron al hombre. Luismi les hizo señas a estos últimos para que lo sostuvieran del saco cada vez que quiso acercarse a darle las manos a las fans. ¿Un divo precavido? Sí, pero siempre amado e inoxidable.


fuente clarin.com