Un debate que enfrenta al público con los artistas (nota clarin)

Ley de Canon Digital. El proyecto para gravar soportes de reproducción y copia divide aguas. La defensa de la industria musical y la oposición de los usuarios.
La suspensión del tratamiento del proyecto de ley conocida como “Canon Digital” – que establece una remuneración para los autores de obras dramáticas, musicales y audiovisuales a través de un gravamen en los soportes y aparatos de reproducción y grabación digitales – más que un freno parece marcar un punto de partida. Con la revolución tecnológica se ha formado un espacio sobre el que todavía no se sabe cómo apoyarse para encarar la actual transformación, no sólo en la difusión cultural sino en el modelo de negocios culturales. Músicos, bloggers, periodistas e integrantes de las sociedades de gestión que saldrían beneficiadas con esta legislación participan en esta página de un debate sobre este proyecto que ha levantado voces a favor, sobre todo en los ámbitos artísticos, y en contra, fundamentalmente desde las redes sociales.
“Los músicos ponemos los huevos y los critwittircos cacarean”. Ese fue uno de los últimos twitts que usó Andrés Calamaro (@andrescalamarok) el viernes pasado, en un día que pareció dedicado enteramente por el músico a defender este proyecto de ley a través de Twitter. “Andrés estás equivocado, no queremos pagar un impuesto que presume un delito antes de ser cometido. Y grava la copia privada”, le respondió Guillermo “Fierita” Catalano, periodista especializado en tecnología. Catalano habló después con Clarín y profundizó su argumento: “Estoy en contra de todo canon.
Me parece insólita una ley que parte de invertir la carga de culpabilidad: un cd virgen lo podés usar para piratear o no, pero asumir que todo el mundo lo compra para eso...
Creo que las voces que están a favor del canon lo están por una cuestión generacional o de status quo” , consideró.
La cantante Susana Rinaldi, vicepresidenta de la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), una de las entidades que recibiría lo recaudado, cree que es “un resarcimiento absolutamente necesario”. “Lo que hacemos es un trabajo y no lo podemos dejar gratuitamente. Si los insumos de lo digital tienen un costo, nosotros al comerciante le pedimos una respuesta por los derechos que nos caben”, argumentó y preguntó: “¿Cómo le explico a mi nieto que cuando me filma y lo sube a YouTube me está robando?”.
“El proyecto busca remunerar a los autores por la copia privada que puede hacer la gente. No corresponde, en tanto pretende gravar una práctica privada que defiende la Constitución”, se opuso Beatriz Busaniche, de la Fundación Vía Libre, en favor del software libre.
“La copia privada es pasar el cd que se compró en una tienda a reproductor digital. Pero ese paso no está autorizado porque el autor sólo autorizó que la obra se copie al cd que se vende, no a lo demás. C uando se hace ese paso se genera un perjuicio económico a los titulares de derechos”, explicó Guillermo Ocampo, Director General de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC).
Catalano agrega: “El mercado cambia y esta ley atrasa porque piensa en gravar el formato físico cuando ya se está reproduciendo a través de la Nube ; es decir, en otros países ya se paga un arancel para ver películas sin descargarlas”.
“Estoy triste porque no entienden que esto ayudaría a fomentar la cultura, me enoja esta ola en contra del derecho de cobrar por nuestro trabajo, como lo tiene todo el mundo. Nosotros los creadores sufrimos mucho económicamente con esta posibilidad de la burda copia”, comentó Teresa Parodi, quien de todos modos admitió que “hay que discutir” si no es excesivo, por ejemplo, el gravamen estipulado de 75% para los cd vírgenes. “Es cierto que no todo el mundo los compra para eso. Pero así estarían aportando para que los artistas vivan de su trabajo” , agregó. “Qué infantil y cruel que es indignarse por el precio de un disco rígido en un mundo desigual y asesino”, twitteó Calamaro.
“Menos del 1% de los artistas sería beneficiado por el canon, mientras que el resto de los pequeños músicos dejados de lado por las gestoras terminarían gastando más al pagar más por los mismos insumos que necesitan para crear sus obras, una situación ridícula”, entendió Mauro Accurso, blogger especializado en tecnología móvil. “Es mentira, este canon se aplica y distribuye entre todos los que tienen derecho de propiedad intelectual”, respondió Ocampo. “Al músico no le va a tocar nada, se la va a llevar el gordo de traje”, reclamó Catalano y aclaró: “Sería bueno gravar el iPad y subvencionar a la educación”.
Si bien admite que pierde dinero con la descarga online, el músico Iván Noble ve “un poco abstracta” la ley. “No sé si se pueden poner límites. Creo que es una batalla cultural perdida”.