Victoria´s Secret Fashion Show

Con las infaltables alas, mucho color y los conjuntos súper sexys a los que nos tiene acostumbradas, el desfile inauguró la temporada de compras navideñas en Estados Unidos. Espléndidas, modelos voluptuosas coparon la pasarela con looks sensuales, naive y divertidos en diferentes estilos para cada ocasión. Una ausencia se hizo notar: la de la rubia Heidi Klum, la cara de la marca durante trece tempor
Como todos los años, los famosos ángeles de Victoria´s Secret se reunieron para grabar el tradicional desfile de navidad. Esta vez con una ausencia que se sintió: la de Heidi Klum. La modelo alemana, esposa del cantante Seal y mamá de cuatro hijos se desvinculó de la marca hace unos meses.

Sin embargo, el reemplazo superó las expectativas. Las tops brasileras Adriana Lima y Alessandra Ambrosio pasearon sus cuerpos exuberantes luciendo la mejor lencería. Bellas, las morochas se destacaron en una noche a puro glam y compartieron pasarela con otras supermodelos como Rosie Huntington, Lily Donaldson, Karolina Kurkova y Chanel Iman.

Las tendencias

A la hora de seducir o, simplemente, vernos lindas, la ropa interior es esencial. En cuanto a estampas, entre las líneas que se vieron en el desfile, se destacan los conjuntos en animal print (en su versión más salvaje, el leopardo), los lunares, las rayas y los colores en su máxima expresión. El erotismo dijo presente en equipos en negro y rojo con encajes, puntillas y muchas transparencias.

Pero como sabemos, a diferencia de otros desfiles, en este caso la ropa pasa a un segundo plano. Fue un evento poblado de puestas en escena, plumas, accesorios originalísimos como paraguas, guantes de boxeo y colas de pavo real. Las pasadas sumaron alegría, dinamismo, color y una inocencia naive híper encantadora.

Para destacar: los diferentes modelos de corsets combinados con ligas, los baby-dolls de cuello alto en chifón y las bombachas talle bajo.

Los detalles más chic

Varias modelos llevaron las alas por primera vez. Con ellas, se corona a las chicas más destacadas de la firma. Este año, por ejemplo, las vistieron Erin Heatherton y Candice Swanepoel.

Adriana Lima fue la encargada de hacer brillar un soutien fantasía con diamantes y zafiros, diseñado por el joyero Damiani, y que vale más de dos millones de dólares. Alessandra Ambrosio, por su parte, cargó en sus espaldas las alas más imponentes de la velada: plumas negras y blancas con remates dorados que medían casi dos metros y pesaban nueve kilos.

Entre tanta belleza escultural, Katy Perry fue la encargada de alegrar la noche con sus canciones. Con botas bucaneras, un vestido tipo corpiño amarillo con corazones fucsia, con mucha energía hizo bailar al público y a las modelos.



El próximo 30 de noviembre, la cadena CBS transmitirá el desfile. Por ahora, podés disfrutar de las fotos.
fuente entremuejeres.com

McCartney en River




El británico dio el primero de sus dos conciertos ante un Monumental repleto; tocó temas de su carrera solista, de su etapa con los Wings y grandes éxitos Beatle
Nueve en punto de la noche, ¿acaso importaba algo más para las 45 mil personas que colmaron el estadio de River? Antes, la ola del público desde las plateas superiores, el set acústico de Ciro y una extraña ansiedad suspirando en el aire. Lo importante, la primera estrofa de "Venus and Mars", aquel comienzo de un disco perdido de Wings, y el arranque hacia un sube y baja emocional tan parecido a las imágenes de la montaña rusa que ilustrará el tramo final del show montado en una furiosa versión de "Helter Skelter". Paul McCartney robó lágrimas, sedujo con su estampa bonachona, pero por sobre todo brindó un show cercano a la gloria. Tocó casi tres horas, cantó como en los discos y resolvió la memoria con la sencillez de un viejo sabio: sin utilizar artificios de diseño y apelando sólo a la música como la máxima exaltación de un vínculo sagrado. Pocos tipos en el rock han cuidado tanto a la canción como lo ha hecho McCartney, y ahí están las pruebas: el primer lagrimón se escapó con "All My Loving" y Los Beatles revisando los archivos sensibles de todos los presentes.
Parte de esa dinámica, en donde el artista apunta al corazón y pega en el centro, tuvo en Macca a un maestro de ceremonia expresivo y atento a cada grito que llegaba desde el campo, habló en castellano y saludó cada gesto del público con algo más que una sonrisa de ocasión.
Muy cerca del bajista iconoclasta, una banda capaz de pasar del garage al salón sin torcer una pieza. Rusty Anderson, (guitarra líder), Brian Ray (guitarra y bajo), Paul "Wix" Wickens (teclados) y Abe Laboriel, Jr. (batería) trabajan al servicio de Sir Paul -en los juegos vocales o en los detalles instrumentales- y se apropian con notable solvencia del mundo Beatle. Por eso cuando suena "Got To Get You Into My Life" el sueño imposible parece cumplirse. Mucho más cuando Macca toca un piano de cola y decide qué temas de los Fab Four le pertenecen: "The Long And Winding Road" y "Let It Be", suenan como fueron registradas originalemente sin las cuerdas que introdujo Phil Spector en la versión final del disco que terminó con la carrera de los de Liverpool.
En una sesión continua de emociones encontradas pasaron los clásicos de Wings como "Band on the Run", el pirotécnico "Live and Let Die" y el tema dedicado a Linda McCartney, y "a todos los enamorados". También quedó lugar para el interesante proyecto bautizado como The Fireman. Sin embargo, lo mejor de la noche estuvo cuando sonaron los pesos pesados de la mejor banda del mundo: "Eleanor Rigby", "Yesterday" y "Hey Jude". No faltaron los homenajes a Lennon y Harrison, con sentidas versiones de "A Day in the Life" y "Give Peace A Chance", en forma enganchada, y "Something", que cautivo al público.En la misma frecuencia, "Here Today" descubrió otro gesto de Paul hacia John.
El final, con Paul intacto y su banda en llamas, desfilaron "Day Tripper" y "Get Back" con sus modos de combinar pop y rock para la eternidad, el momento ineludible junto a "Yesterday" y el ataque punk desde la vigencia furibunda de "Helter Skelter". Más no se podía pedir, pero hacía falta un cierre en lo más alto: "Sgt Pepper's." y la pregunta en donde concluye todo, "¿Estarás en mis sueños esta noche?" ("The End").
Por Oscar Jalil para la rolling stone