Live on Ten Legs/Pearl Jam


Después de haber anunciado un retiro por tiempo indeterminado de los escenarios, Eddie Vedder y compañía entregan más razones para confirmar su poderío en vivo
Cuando en 1998 Live on Two Legs inauguró la carrera de discos en vivo de Pearl Jam, parecía más bien uno de esos típicos descansos que se toman los grupos grandes para barajar y dar de nuevo. Una excusa, en resumidas cuentas, para la ascendente carrera de una de las mayores fuerzas rockeras de la década.

Pero como la lógica jamás es un camino de un solo sentido, Pearl Jam empezó a debilitarse en su pelea contra los molinos de viento de Ticketmaster, sufrió tragedias como la de los fans que fallecieron en su presentación en Roskilde (2000) y no terminó de resolver nunca la concreción de una obra que le deparara la fama universal de su debut (Ten, 1991). Por lo contrario, su reputación de banda en vivo comenzó a justificar el permanente goteo de álbumes en vivo, desde acústicos a piratas oficiales, que agregaban las gran novedad: los adalides del grunge se habían transformado en una suerte de Grateful Dead del nuevo milenio, haciendo de los escenarios su mejor plataforma.

Este “vivo en diez piernas” acumula y selecciona material grabado entre 2003 y 2010, éste últiimo el año en que anunciaron un retiro a largo plazo de los shows en vivo.En una lista de 18 temas, dosifican una lista con clásicos y curiosidades. Cierran con uno de sus bises más tradicionales (Yellow Ledbetter), pero abren con un tema solista de Joe Strummer: Arms Aloft. Cuelan himnos como Jeremy, World Wide Suicide y Alive, pero incluyen una magistral versión de Public Image (PIL). En el transcurrir, la contundencia es un hecho al que arriban por versatilidad, constancia, experiencia y aire de zapada hecho canción. En conjunto, un souvenir más del aire que mejor le sienta a una banda ya legendaria.

fuente si de clarin